Armaduras Romanas: protección y legado de los legionarios
Las armaduras romanas fueron clave en el éxito militar del Imperio Romano. Diseñadas para ofrecer movilidad y protección, evolucionaron con el tiempo para adaptarse a las necesidades de los soldados y gladiadores. A continuación, te explicamos sus principales componentes:
Principales tipos de armaduras romanas
- Lorica Segmentata: La armadura más icónica de los legionarios. Formada por placas de hierro unidas con remaches y correas de cuero, ofrecía gran protección sin sacrificar movilidad.
- Lorica Hamata: Una cota de malla de anillas metálicas entrelazadas, usada por legionarios y oficiales. Más flexible que la segmentata, pero con mayor peso.
- Lorica Squamata: Una armadura de escamas metálicas superpuestas, común entre oficiales y centuriones, que combinaba resistencia y elegancia.
Otras piezas clave en la armadura romana
- Galea (casco romano): Fundamental para la protección de la cabeza. Los modelos más conocidos son el Imperial Gálico y el Imperial Itálico, ambos con refuerzos en la nuca y carrilleras laterales.
- Manicae: Protección articulada para el brazo, especialmente utilizada por gladiadores y algunas unidades de caballería.
- Grebas (Ocreae): Piezas metálicas que protegían las piernas, utilizadas principalmente por los centuriones y oficiales de alto rango.
Las armaduras romanas no solo eran funcionales, sino que también reflejaban el estatus y la jerarquía dentro del ejército. Ya sea para recreación histórica, coleccionismo o decoración, en Tienda Medieval encontrarás réplicas de alta calidad que te transportarán a la era de los grandes conquistadores.