El videojuego Stronghold: Crusader está ambientado en la época de las Cruzadas, recreando estratégicamente el armamento medieval de Oriente Medio y Europa occidental. Aunque los desarrolladores han ajustado ciertos elementos con el fin de facilitar el juego, muchos de los diseños de armas y escudos están basados en referencias históricas bien documentadas.

Espadas y armas de filo
En el juego, las fuerzas cristianas y musulmanas cuentan con espadas de diferentes diseños. Estas incluyen las espadas de doble filo típicas del siglo XII, similares a las arming swords que usaban los caballeros cruzados.
Históricamente, estos sables tenían empuñaduras cruciformes, y eran utilizados tanto para cortar como para estocar.
En el mundo musulmán, se representaron espadas curvadas como los sables o cimitarra, que ofrecían velocidad y eficacia desde caballo, reflejando una realidad militar recogida en manuales contemporáneos.
Armas contundentes y de asta
Stronghold: Crusader incluye mazas, hachas, alabardas y picas.
Las mazas, mangual y mazas con pinchos resultaban eficaces contra la cota de malla y las armaduras de placas, tal como lo hacían en la Edad Media para aplastar protección metálica.
Las alabardas y picas, usadas por la infantería, eran fundamentales para inmovilizar la caballería enemiga; esto coincide con su uso histórico durante los asedios, lo que refleja fielmente su propósito en el marco del juego.

Arcos y armas a distancia
En el título se representan arqueros y ballesteros, esenciales para el combate a distancia y defensa de murallas.
Los arcos largos ingleses y las ballestas están representadas con fidelidad: históricamente, la ballesta ganaba popularidad por su poder de perforación, incluso sobre la eficacia limitada de los arcos tradicionalmente musulmanes.
Además, la inclusión de arqueros montados refleja las maniobras tácticas utilizadas por los ejércitos turcos, quienes combinaban eficiencia con movilidad.
Escudos y defensa
Los escudos representan elementos cruciales en defensa y moral. Se distinguen tres escudos, si bien los cruzados preferían escudos con cruz roja, símbolos religiosos solemnes que también se muestran en el juego:
- Escudo redondo: maniobrable y adecuado para ataques ofensivos y defensa rápida.
- Escudo kite: ideal para caballería, cubría pierna y torso, representado en el juego con estilos alargados
- Escudo heater: versión reducida del kite, para infantería pesada, igual que en la realidad.

Armadura y cascos
El juego incluye unidades con cota de malla y armaduras de placas progresivas.
Los cascos son del tipo nasal y bacinete, fieles a la evolución de la protección medieval.
Estas reproducciones reflejan dinámicas reales, donde la cota de malla era común por su balance entre movilidad y protección, y la armadura de placa emergía para reforzar áreas vulnerables.
Armas de asedio
Stronghold: Crusader ofrece catapultas, trebuchets y torres de asedio, todas inspiradas en tecnología medieval. Las catapultas de tracción y tiro por contrapeso recrean fielmente la metodología necesaria para derribar murallas.
El juego también permite utilizar torres móviles y arietes, reflejando estrategias de asedio típicas de las Cruzadas. De este modo, los jugadores asumen roles logísticos de fortificación y ofensiva.

Integridad histórica
Aunque Stronghold: Crusader prioriza la diversión y mecánicas equilibradas, mantiene un sólido trasfondo histórico al basarse en bibliografía sobre armamento de las Cruzadas, documentos visuales y estudios arqueológicos.
La presencia equilibrada de armaduras, armas de filo y contundentes, arqueros, defensa simbólica, y artefactos de asedio, permite que los jugadores se introduzcan en una versión lúdica de la guerra medieval con una fuerte base en la realidad histórica.
Stronghold: Crusader logra combinar entretenimiento y fidelidad histórica. Armas como espadas cruciformes, sables curvados, mazas, alabardas, arcos, ballestas y escudos reflejan fielmente la evolución militar medieval. Además, el uso de armaduras y tácticas de asedio recrea la experiencia técnica de las Cruzadas.
Aunque adapta elementos para hacer la experiencia más accesible, se erige como un referente de cómo un juego de estrategia puede educar sobre armamento y técnicas del medievo sin sacrificar la diversión. Así, ofrece una experiencia rica y balanceada tanto para entusiastas históricos como para gamers de estrategia.