Gorro Medieval de Cuero de Ante Hecho a Mano - Larp

Gorro Medieval de Cuero de Ante Hecho a Mano - Larp

Este

medieval de ante y cuero

captura la esencia modesta pero práctica de la vestimenta cotidiana medieval. Confeccionada en suave ante auténtico, ofrece calidez y protección a la vez que mantiene tu look arraigado en la sencillez de la vida en las aldeas medievales. Diseñado con una corona redondeada y solapas laterales extendidas, este gorro se ata bajo la barbilla para un ajuste seguro y cómodo, incluso durante largas horas al aire libre.

Su

minimalista

lo hace perfecto para representar aldeanos, granjeros, vagabundos o trabajadores del campo en mercados históricos, LARP o escenarios medievales inmersivos. La textura de ante natural proporciona un aspecto auténtico y terroso, mientras que la construcción de talla única garantiza una amplia usabilidad sin comprometer la comodidad.

Tanto si paseas por una bulliciosa feria medieval como si cuidas de un campamento rústico, esta gorra es la compañera ideal, ya que combina un encanto discreto con una función práctica.

Nota histórica:

Cubrirse la cabeza era esencial en la vida medieval, no sólo para protegerse de los elementos, sino también como distintivo de clase social y profesión. La gorra campesina, a menudo de lana o cuero, servía a los hombres de la clase trabajadora como protección diaria contra el sol y el frío. Se ataba por debajo para mantenerla en su sitio durante el trabajo físico, y su sencillez reflejaba la modesta posición de su portador. Las versiones de ante o serraje como ésta eran comunes entre la gente del campo y los viajeros.

Instrucciones de cuidado:

Limpiar sólo con un paño húmedo

Evitar el remojo o el lavado a máquina

Dejar secar al aire libre, sin secar con calor

Acondicionar de vez en cuando con un tratamiento seguro para el ante para conservar la flexibilidad

Nota :

El ante es un tipo de cuero fabricado a partir de la parte inferior de la piel del animal, apreciado por su textura suave y aterciopelada y su flexibilidad. A diferencia de la piel plena flor, el ante tiene un acabado mate más natural, lo que le confiere un aspecto rústico y auténticamente medieval. Aunque es más suave y ligero, sigue ofreciendo durabilidad para un uso regular. Cada pieza puede mostrar ligeras variaciones tonales o de textura, que son características naturales del ante auténtico.

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