Una tradición con filo: los orígenes
El lanzamiento de cuchillos, tal como lo conocemos hoy, tiene raíces que se hunden en la antigüedad.
Desde los pueblos indígenas de África y América hasta los guerreros japoneses y los soldados europeos, el acto de arrojar un arma punzante se ha utilizado como medio de caza, defensa, ejecución e incluso como parte de ceremonias rituales.
En muchas culturas, como la zulú o la filipina, existieron cuchillos diseñados específicamente para ser lanzados, con una geometría pensada para girar y clavarse con precisión.
Durante la Edad Media, si bien las espadas eran armas principales, algunos combatientes entrenaban con pequeños cuchillos o puñales equilibrados para el lanzamiento a corta distancia, especialmente en emboscadas.

A partir del siglo XIX, el lanzamiento de cuchillos comenzó a adquirir un componente recreativo.
En los espectáculos de vaudeville y circos, los lanzadores de cuchillos demostraban su pericia apuntando a blancos humanos o estáticos, con una precisión que desafiaba el peligro y despertaba admiración.
Este arte, perfeccionado por artistas como The Great Throwdini o el legendario Harry McEvoy, sentó las bases del lanzamiento como disciplina formal.
La diana: centro de precisión y entrenamiento
El blanco o diana para lanzar cuchillos es una parte fundamental del ejercicio.
Tradicionalmente se fabrica con madera blanda —como pino o álamo— dispuesta en bloques verticales o circulares. Su estructura permitía que las cuchillas se clavasen sin rebotar peligrosamente.
En la actualidad, los blancos de papel con diseño concéntrico o de silueta humana también son comunes en kits recreativos, como el incluido en el Hellhawk de Kit Rae.
Estas dianas no sólo indican puntuación, sino que ayudan a entrenar la precisión y el dominio de la trayectoria.
Su colocación recomendada es a una altura de entre 1,2 y 1,5 metros del suelo, y una distancia inicial de 3 a 5 metros del lanzador, dependiendo del tamaño del cuchillo y la técnica empleada.
Kit Rae y la reinvención del cuchillo arrojadizo
Conocido mundialmente por sus diseños de espadas y dagas de fantasía, Kit Rae ha sido también un practicante comprometido del lanzamiento de cuchillos y hachas. Su experiencia se refleja en el diseño del juego arrojadizo Hellhawk, una versión moderna, equilibrada y precisa para lanzadores contemporáneos.

Cada cuchillo está fabricado en una sola pieza de acero inoxidable AUS-6, con doble filo y diseño simétrico que permite un giro estable en el aire. El mango envuelto en cuero garantiza un agarre firme, mientras que su peso y forma aseguran un vuelo controlado desde cualquier distancia razonable.
El set incluye tres cuchillos idénticos, una funda de nailon para cinturón y una diana de papel con puntas, ideal para sesiones de entrenamiento en interiores o exteriores.
Este kit no solo rinde homenaje a la funcionalidad tradicional del cuchillo arrojadizo, sino que también lo adapta a las necesidades del lanzador moderno, combinando durabilidad, estética y ergonomía.
Del ritual ancestral al entrenamiento moderno
La historia del lanzamiento de cuchillos es una travesía de transformación: de herramienta de caza a instrumento de guerra, de acto ritual a espectáculo circense, de arte marcial a deporte de precisión.
Esta disciplina, que requiere control mental, fuerza medida y técnica refinada, ha llegado al siglo XXI con una nueva vitalidad.