Las mujeres vikingas en la sociedad nórdica eran mucho más que esposas o madres.
Su vida cotidiana, vestimenta, calzado y responsabilidades reflejan un papel activo en la cultura vikinga, que incluía administración del hogar, gestión de tierras y, en algunos casos, participación en incursiones y actividades comerciales.
Los hallazgos arqueológicos han permitido reconstruir su historia, desmitificando la idea de una mujer pasiva en la época vikinga.
Arqueología y legado femenino
Los enterramientos femeninos vikingos ofrecen información sobre la ropa, los accesorios, los amuletos y la posición social de las mujeres nórdicas.
Entre los objetos encontrados se incluyen broches, peines, tijeras, husos, tejidos teñidos y amuletos con símbolos como el martillo de Thor, cuervos y motivos femeninos.
Esto evidencia que las mujeres nórdicas tenían una identidad fuerte y simbólica dentro de la sociedad vikinga.
Vestido femenino en la época vikinga
El vestido interior, conocido como särk o kyrtle, era una túnica de lino natural, usada como primera capa para protección térmica e higiene.
Sobre esta, llevaban un hangerock o apron dress de lana, en colores teñidos como azul, verde, marrón o rojo.
Los broches metálicos y los bordados decorativos, realizados en telares verticales, indicaban estatus y riqueza familiar.
Calzado y accesorios
El calzado vikingo estaba hecho de cuero curtido, cosido con tendones o hilos de lino, ajustado con cordones o hebillas.
En invierno se utilizaban botas forradas de lana y calcetines de fieltro. Las mujeres vikingas también llevaban joyas de bronce, plata o ámbar, como collares, anillos, pendientes, peines decorativos y bolsas de cuero colgadas al cinturón.
Vida cotidiana y responsabilidades
En la sociedad nórdica, las mujeres vikingas eran responsables del hogar, la administración de tierras, la crianza de los hijos y el cuidado de los animales.
Podían heredar propiedades, algo poco habitual en la Europa medieval.
Algunas ejercían como curanderas, sacerdotisas o völvas, e incluso actuaban como comerciantes.
Su papel era vital para la economía y la vida comunitaria.
Mujeres guerreras vikingas
Aunque muchas creencias populares sostienen que las guerreras nórdicas son un mito, descubrimientos arqueológicos recientes han demostrado casos reales.
En Birka (Suecia), un estudio de ADN reveló que una tumba atribuida a un guerrero pertenecía a una mujer, con armas, piezas de ajedrez militar, caballos y símbolos de mando.
Esto demuestra que algunas mujeres vikingas podían ocupar rangos militares y participar en incursiones.
Las skjaldmö
Las skjaldmö, como Brynhildr o Lagertha, combinaban roles de guerreras y videntes, reflejando la capacidad de las mujeres vikingas para destacarse en la sociedad nórdica.
Su existencia demuestra que las mujeres podían tener autoridad militar y espiritual.
Ni invisibles ni débiles
Las mujeres vikingas no eran figuras pasivas. Su influencia abarcaba lo familiar, económico, espiritual y militar.
Su vestimenta, calzado, joyas y amuletos muestran que la fuerza femenina era visible y respetada, consolidando su importancia en la historia vikinga y su legado cultural.
Además, su papel en la sociedad nórdica aseguraba la continuidad de las tradiciones, la protección de propiedades familiares, la educación de los hijos, la gestión de recursos y la participación en ceremonias religiosas, demostrando que eran imprescindibles para la pervivencia y estabilidad de las comunidades vikingas.
Hoy para muchos representan un símbolo y ejemplo de fuerza y poder femenino.
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