La navaja marinera es mucho más que una herramienta de corte. Es un símbolo de la vida náutica, forjada por la necesidad y la experiencia de marineros, pescadores y navegantes. Nacida en Europa en los siglos XVIII y XIX, su diseño fue adaptado para satisfacer los desafíos del trabajo a bordo: cortar cabos, deshacer nudos, trabajar con velas o incluso realizar pequeñas reparaciones.
A diferencia de otras navajas tradicionales, la navaja marinera incorporó una pieza clave: el desencapillador o pico de loro, que permite manipular nudos ajustados o cuerdas mojadas, algo fundamental en barcos de vela.
Su resistencia al óxido, facilidad de apertura con una sola mano y tamaño compacto la convirtieron en un instrumento esencial, tanto en la marina mercante como en la militar.

Tipos de navaja marinera y sus usos
A lo largo del tiempo, la navaja marinera ha evolucionado y se pueden distinguir varios tipos según su diseño, materiales y número de funciones.
Aquí os dejamos una lista de los modelos que siguen vigentes en la náutica actual, siendo también los más apreciados por coleccionistas y navegantes deportivos:
Navaja marinera clásica
Posee una hoja de acero inoxidable o carbono y un desencapillador curvo.
Sencilla, robusta y resistente a la humedad. Se utilizaba principalmente para tareas con cuerdas y velas.
Navaja marinera multiusos
Equipada con herramientas adicionales como destornillador, punzón o abrelatas.
Muy usada en la segunda mitad del siglo XX tanto por marineros mercantes como por soldados.
Navaja de cabo blanco
Fabricada con mango en hueso o plástico blanco resistente, era común en la Armada Española y otras marinas europeas.
Su color permitía localizarla fácilmente en cubierta, sobre todo en situación de urgencia.
Navaja con gancho de rescate
Modelo moderno con hoja curva o gancho cortacinturones, usada hoy en tareas de seguridad marítima.
Es habitual entre los bomberos del puerto y rescatistas costeros.
Navaja marinera inglesa (conocida también como sailor’s knife)
Muy popular entre marineros británicos desde el siglo XIX.
Su estructura compacta, con hoja de punta roma y desencapillador sólido, era ideal para maniobras rápidas en cubierta.

Mantenimiento de una navaja marinera
El entorno marítimo resulta especialmente agresivo para cualquier herramienta, incluso para la mejor navaja, por eso, conservar una navaja marinera requiere atención.
- Limpieza tras el uso: El agua salada es corrosiva. Tras cada jornada, se recomienda enjuagar con agua dulce y secar bien.
- Lubricación de bisagras: Unas gotas de aceite lubricante marino mantienen el mecanismo suave y funcional.
- Afilado periódico: La hoja debe mantenerse bien afilada para garantizar su eficacia.
- Almacenamiento: Guardarla en un lugar seco y, si es posible, en una funda protectora.
- Revisión del desencapillador: Esta pieza debe conservarse sin deformaciones para funcionar bien con cabos/cuerdas gruesos.
Con estos cuidados, una buena navaja puede durar toda una vida a bordo.

Una herramienta cuya utilidad trasciende el tiempo
La navaja marinera ha sido, durante siglos, un aliado inseparable del navegante.
Su diseño funcional, resistencia y adaptabilidad al trabajo marítimo la convierten en una de las herramientas más inteligentes de la historia náutica. Y en la actualidad sigue vigente, tanto por su utilidad como por su legado histórico y cultural. Representa una vida de esfuerzo, mar y oficio.