La Edad Media, comprendida entre los siglos V y XV, es uno de los periodos más fascinantes y misteriosos de la historia europea.
A menudo se la ha descrito como una era de oscuridad y superstición, pero también fue una época de grandes avances, creatividad artística, arquitectura monumental y costumbres únicas que hoy nos resultan tan extrañas como cautivadoras.

Curiosidades históricas
Contexto Social
Aunque muchos la llaman “Edad Oscura”, la realidad medieval fue mucho más luminosa. Entre los siglos XI y XIV surgieron las universidades, la arquitectura gótica, los monasterios y un intenso comercio internacional.
Ciudades como Toledo, París o Florencia se convirtieron en auténticos centros de cultura, donde convivían sabiduría, religión y arte.
El auge de los gremios y el intercambio comercial fortalecieron la economía urbana, alejando la imagen de un mundo detenido en el tiempo.
El pan como plato
Durante los banquetes medievales, los platos de cerámica eran un lujo reservado a los nobles más ricos. La mayoría utilizaba grandes rebanadas de pan duro llamadas trencheras, sobre las que servían la comida. Al finalizar, ese pan empapado se comía o entregaba a los pobres. Una práctica habitual en la Europa del siglo XII.
Caballeros desde la infancia
Convertirse en caballero medieval era un proceso largo y exigente.
Los niños nobles empezaban como pajes a los siete años, aprendiendo modales, equitación y obediencia.
A los catorce pasaban a ser escuderos, acompañando a su señor en batallas y torneos.
Solo quienes demostraban valor, disciplina y fe cristiana eran armados caballeros hacia los veintiún años. La ceremonia de investidura era un acto solemne lleno de simbolismo religioso y militar.
Higiene y baños públicos
En muchas ciudades existían casas de baños públicos donde hombres y mujeres se lavaban, conversaban y cerraban tratos comerciales.
Los baños medievales eran lugares de encuentro social, aunque con el tiempo algunos se cerraron por razones morales y sanitarias.
La limpieza corporal, sin embargo, formaba parte de la vida cotidiana, sobre todo entre los monjes y las mujeres nobles.

Medicina entre ciencia y superstición
La medicina medieval mezclaba ciencia, religión y creencias populares.
Los médicos seguían la teoría de los cuatro humores (sangre, bilis amarilla, bilis negra y flema), aplicando sangrías, ventosas y hierbas curativas.
Las curaciones también se encomendaban a santos y reliquias.
Aunque primitiva, esta medicina fue la base de los futuros avances del Renacimiento.
Gatos, brujas y supersticiones
A partir del siglo XIII, los gatos negros fueron injustamente asociados al diablo y la brujería.
La Iglesia medieval promovió su persecución, lo que favoreció la proliferación de ratas y contribuyó a la expansión de la peste negra en el siglo XIV. Una curiosa paradoja de la historia.
Las justas caballerescas
Las justas medievales eran competiciones de gran prestigio entre caballeros que se enfrentaban con lanzas y armaduras. Eran demostraciones de valentía y destreza militar.
Pese a su fama romántica, eran peligrosas: muchos participantes morían o quedaban heridos.
Incluso Enrique II de Francia perdió la vida en una de ellas, reflejo del riesgo de este deporte de élite.
La noche medieval
La falta de iluminación pública convertía la noche en un territorio de miedo y superstición.
Las murallas se cerraban al caer el sol, y las calles quedaban vacías.
Se creía que la oscuridad pertenecía a espíritus, demonios y brujas. Solo los más valientes se atrevían a caminar tras el toque de queda.

Un mundo de luces y sombras
La Edad Media no fue solo guerras y castillos; fue también un mundo de fe, arte y simbolismo.
Entre cruzadas, monasterios y ferias, florecieron ideas que sentaron las bases de la Europa moderna.
Conocer sus mitos, costumbres y curiosidades nos ayuda a comprender cómo aquel periodo de luces y sombras moldeó la historia y la cultura que hoy seguimos admirando.
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